Pero la serpiente era astuta, más que
todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la
mujer: ¿Con que Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? Y la
mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos
comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No
comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. Entonces la serpiente dijo
a la mujer: No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán
abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal. Y vio la
mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y
árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio
también a su marido, el cual comió así como ella. Génesis 3: 1-6
Dios creó un mundo en el cual vio que todo
lo que había hecho era bueno. Un mundo sin muerte donde las cosas marchaban a
la perfección, y por culpa de la desobediencia del hombre hacia Dios, hoy las
cosas no marchan como al principio, hoy en día hay muchas cosas las cuales
logramos con sacrificio y eso es parte de la consecuencia causado por la
desobediencia:
1- A la mujer dijo: Multiplicaré en gran
manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo
será para tu marido, y él se enseñoreará de ti. Génesis 3:16
2- Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a
la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de
él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los
días de tu vida. Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo.
Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra,
porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás. Génesis 3:16-18
Aquí se nos da a notar que si el hombre no
hubiese pecado, dichas consecuencias no serían parte del vivir de hoy, todo
marcharía de la forma en que Dios expresaba cada vez que terminaba de
hacer su trabajo por día: Y VIO DIOS QUE ERA BUENO. El hombre no tendría que
pasar tanto trabajo para comer, la mujer para dar a luz y la muerte no
existiría, ¿te imaginas lo diferente que sería todo?
Hoy día hace falta
que te preguntes lo siguiente: ¿Qué haré con mi vida? si quieres
seguir pecando, desobedeciendo a Dios, o reconocer no solo que El existe, sino más bien creer en su palabra. Adán y Eva no obedecieron la
palabra de Dios, más bien eligieron el engaño que le ofreció el enemigo.
¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? En ninguna manera. Romanos 6:1-2
Siempre el enemigo nos ofrecerá
''maravillas ilusorias'' que querrán echar a un lado la voluntad de Dios,
pueden ser: bebidas, drogas, infidelidad, etc., que a la larga o la corta nos
traerán serias consecuencias. Con todos estos deseos carnales satanás le hace
creer al ser humano que está en lo correcto cuando realmente, no es así, el
solo quiere destruir tu vida llevándote a la desobediencia, para que así
la desobediencia te lleve al fracaso, como en el caso de Adán y Eva.
Porque la paga del pecado es muerte Romanos 6:23 a, pero no te asustes, no pienses que ya
tus pecados no pueden ser perdonados ¿sabes por qué? Pues si por la
transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno
solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la
justicia. Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos
los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres
la justificación de vida. Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron
constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán
constituidos justos. Pero la ley se introdujo para que el pecado abundase; más
cuando el pecado abundó, sobreabundó la hacía; Para que así como el pecado
reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna
mediante Jesucristo, Señor nuestro. Romanos 5:17-21
Cristo vino al mundo a morir por ti, para
abrir aquella puerta que se cerró al momento de la desobediencia. Dios quiere
cielos abiertos para tu vida, no dudes más y vamos a obedecer la palabra de
Dios y no de satanás. Y sabéis que El apareció para quitar nuestros pecados, y
no hay pecado en él.
1 Juan 3:5
Vamos, es
tiempo!!!! Ábrele tu corazón al Señor, no mires lo que dejas atrás, ex
tiéndete a lo que Dios te ofrece que está delante, el enemigo solo
quiere llevarte al infierno con esas tonterías que te ofrece, mas Dios se
encargará de arreglar tu corazón y a la vez darte vida eterna.
Jesús fue obediente hasta el final,
enfrentado las tentaciones del enemigo, y si él pudo, también puedes tú y él te
da su fuerza para vencer y obtener la victoria. ¿Qué esperas para imitar su
ejemplo?